1933: la Gran Depresión devasta la economía mundial. Los ciudadanos buscaban estabilidad monetaria, por lo que protegieron su riqueza guardando metales preciosos, en lugar de depositar sus lingotes en los bancos. Muchas naciones no pudieron mantener sus monedas de oro en este periodo, porque los bancos no tenían suficiente oro en sus cámaras acorazadas para cumplir sus requisitos de reserva. Los bancos comerciales estadounidenses y la Reserva Federal no fueron una excepción. Fue en este año cuando los EE.UU. pusieron fin a sus transacciones nacionales con el patrón oro.
Menos de 40 años después, continuaron este desastroso experimento, poniendo fin a la convertibilidad internacional en oro del dólar en 1971. De este modo, el dólar no estaba vinculado a ninguna ley de escasez; se convirtió en imprimible a demanda. En su lugar, la deuda de los ciudadanos, el impulso del flujo de efectivo y el petrodólar respaldado por los militares se convirtieron en los nuevos mecanismos clave mediante los cuales EEUU estableció su moneda fiduciaria como la nueva métrica estándar global de valor.
En la cúspide del Gran Reajuste, estos días están llegando a su fin, pero ¿qué ocupará su lugar? ¿Cambiaremos obedientemente a la moneda fiduciaria dominante de la próxima superpotencia mundial, y condenaremos a nuestros nietos al mismo desastre que estamos a punto de experimentar? ¿Aceptaremos un nuevo sistema monetario digital de banco central y pondremos el dominio divino sobre nuestras vidas en manos de un nuevo elenco de tiranos tecnológicos? ¿O hay un camino mejor?
Soluciones
Aunque muchos lo intentarán desesperadamente, no hay forma de salvar las actuales estructuras económicas, y a largo plazo no tiene sentido. Es más, si permitimos que los gobiernos, la Reserva Federal, las instituciones bancarias, la ONU, el FEM y la OMS sigan tomando decisiones por nosotros, pronto nos encontraremos viviendo en una colonia de esclavos. Quizás ya lo estemos. Las soluciones deben ser prácticas y eficaces de abajo arriba, no de arriba abajo. Esencialmente, la estrategia es atacar y utilizar sistemas económicos justos que funcionen mejor.
Keep it cash: ventajas e inconvenientes
Pagar todo en efectivo y boicotear a las empresas que no utilizan efectivo ralentizará la implantación de los CBDC por parte del Estado de vigilancia. Mantener el anonimato de nuestros hábitos de consumo y dificultar a las empresas el abandono de los pagos en efectivo supone un obstáculo para los planes de nuestros posibles amos de la esclavitud, pero aislada de las tácticas combinadas es una estrategia inútil.
Es como poner cinta adhesiva en una grieta de una pecera para frenar el drenaje del agua. Es una primera medida excelente, siempre que haya un plan para sacar a los peces y una pecera nueva a la que trasladarlos.
Repensar nuestras métricas de valor
Utilizar el dinero fiduciario como nuestra medida de valor es una operación psicológica crítica que debemos desmitificar. En el mejor de los casos, el fiat se infla a 2% al año, pero ahora estamos sufriendo una hiperinflación de al menos 8%. Esto es sólo el principio. El valor en Fiat de las materias primas ha aumentado mucho más en los últimos 5 añosY todos nos hemos quejado de lo caros que se han vuelto los alimentos. En el futuro, si utilizamos el dinero fiduciario como medida universal del valor, nos pasaremos los próximos años cambiando sin cesar el precio de nuestros productos, hasta que la leña se convierta en un uso más eficiente de los billetes fiduciarios.
Bitcoin es deflacionistay lleva 14 años en un proceso de estabilización de más de 100 años. Dentro de décadas, Bitcoin será tan estable, que su uso como métrica matemática de valor se popularizará. Sin embargo, esto llevará más tiempo, y aunque ya es popular entre los Remanentes, no creo que todo el mundo esté preparado para esta solución. En primer lugar, hay que disolver la destructiva ideología asociativa fiat. 1BTC = 1BTC.
Por ahora propongo que utilicemos el oro como nuestra métrica de valor, aunque utilicemos otros métodos de procesamiento de pagos. Por ejemplo, una tienda de woo-commerce, que muestra sus precios en onzas de oro, pero procesa los pagos con Bitcoin a través de Servidor BTCPay se alinearía con esta solución. Utilizar gramos en lugar de onzas puede ser una métrica superior, ya que las cantidades más pequeñas se pueden mostrar con mayor facilidad, pero las onzas ya es una métrica popular para los lingotes.
(8 de febrero de 2023)
He aquí una idea para darle la vuelta a la tortilla:
1 USD = 0,000533 oz AUX
Custodia: Asumir la responsabilidad
Delegar la custodia de nuestras finanzas en terceros es la raíz de nuestros problemas. Estas organizaciones parasitarias utilizan el margen de maniobra de su monopolio para apoderarse de todo lo que está a su alcance. Nuestros fondos no están seguros con ellos, y puede congelarse a petición del Gobierno.
Tanto si almacenamos nuestra riqueza en efectivo, oro, plata, infraestructuras, electricidad solar, tractores, atún enlatado o Bitcoin guardado en la debida autocustodia, podemos acceder a nuestro ahorro sin permiso: ¡eso es propiedad! Este último punto es sencillo. Sea cual sea la forma que elijas, sé el custodio de tu propia fortuna.
Conclusión
El dinero es la sangre de la sociedad. Si el dinero es malo, la sociedad estará sistémicamente enferma. Es nuestro momento de elegir el futuro de nuestra especie, eligiendo cómo realizamos nuestras transacciones. Las acciones de los individuos son las semillas de la cosecha colectiva. Nadie más vendrá a salvarnos; somos nosotros los que estamos esperando.
2 Respuestas
Estamos de acuerdo. Tenemos que llegar a la misma conclusión.
Lo digital es lo más práctico. Buena solución. Valor determinado por el oro pero pagado con cripto.
De acuerdo. Cuando el dólar dejó de estar atado al patrón oro y el gobierno comenzó a imprimir toneladas de dinero de rescate, que nos puso en la difícil situación en la que estamos ahora. Traigan el Bitcoin y otras criptomonedas. También de acuerdo en que Bitcoin es demasiado volátil para la adopción masiva en este momento.